“Para los hombres, la psicoterapia es la antitesis de la
masculinidad y para que acepten tomar terapia, deben violar varios dogmas del
credo de la hombría”
Richard Meth
Importancia de el
estudio idiosincrático del mexicano en el tratamiento de la depresión en el
adulto.
El estudio
social, antropológico, de la psicología del mexicano ha sido un factor que se
ha subestimado siempre.
Existen estudios
cuantitativos como los realizados en los conocidas obras sobre los valores de
los mexicanos, y los de Rogelio Díaz Guerrero, que arrojan luz sobre aspectos
del “mexicano” con el sustento que dan los números y las cifras estadísticas.
Además, existen
los diversos estudios cualitativos clásicos como los realizados por autores
fuera del campo psicológico, como Octavio Paz, Anita Brenner o José
Vasconcelos.
En autores mas
recientes tenemos a Jorge Castañeda y sus estudios político-sociológicos sobre
la mexicanidad o las características de los mexicanos.
Y desde luego
están los psicólogos interesados en el estudio mencionado, como Santiago
Ramírez, Aniceto Aramoni y Erich Fromm entre otros.
Todos estos
escritores, pensadores y teóricos, afirmaban la importancia del estudio de
quienes somos, y porque somos como somos, contradiciéndose algunos como Samuel
Ramos o Ramírez y Rogelio Díaz.
Otros se
reafirmaban a si mismos, o se complementaban con singular interés.
En el mejor de
los casos, toda la información y conocimiento vertida por todos estos
personajes termina siendo sólo tema de discusión o ligero análisis por los
practicantes de clínica, y eso, cuando se interesan por el tema, olvidando en
la gran mayoría de los casos, su posible aplicación.
Antecedentes
Es bien sabido,
que la cultura y contexto sociohistórico en el cual vivió Freud, (Europa, siglo
XlX) determinó en gran medida a los principales postulados del psicoanálisis,
poniendo por ejemplo a lo más conocido y mencionado sobre la represión sexual
de la época victoriana, y su influencia como causa social de las histerias de
algunas de sus mas conocidas pacientes.
Lo anterior
determino en cierta medida el curso del diseño práctico y teórico del
psicoanálisis como método de investigación, como área de la filosofía, y como
teoría y practica para el tratamiento de trastornos mentales.
De esta forma,
la sociedad imperante, y sus características formales e idiosincrasia moldearon
en cierta medida una forma de ver la vida, que ha influido en todo el siglo XX.
Y por citar solo
algunos casos más, es también conocido por muchos, como, ante una sociedad
cambiante, muchos desilusionados del psicoanálisis deciden un camino hacia el
humanismo o el enfoque cognitivo. Finalmente, las características sociales y
hasta económicas, trajeron importantes cambios en las tendencias terapéuticas,
obviamente impulsando su desarrollo, generando cambios en las mismas.
Y por otro lado,
por citar solo un ejemplo evidente y ampliamente conocido, las guerras
mundiales, como sucesos sociales y traumas históricos impulsaron no sòlo el
desarrollo de test psicológicos a gran escala, sino el enfoque de la
psicoterapia breve, tan en voga hoy en día.
Todo lo anterior
habla de cómo los cambios sociales, la idiosincrasia, y la cultura determinada,
en un momento determinado, trae grandes cambios en la forma de tratar a los
pacientes, las técnicas usadas y los resultados en la psicoterapia.
Objetivo
Crear conciencia
acerca del estudio social de la cultura mexicana para la utilización practica
de los resultados en el ámbito clínico, modificando en lo necesario las teorías
existentes y los enfoques, que son efectivos y surgen en otras culturas, pero
son empleados en nuestra cultura en muchas ocasiones sin la mas minima
reflexión de quienes somos y porqué somos como somos.
Justificación
Ante la
importancia de lo social en el desarrollo y práctica de la psicoterapia, es
necesaria la reflexión sobre el conocimiento del mexicano y sus posibilidades
de aplicación en el uso y desarrollo de nuevas formas de práctica profesional o
ajustes en las ya existentes.
Pues es de
entender y comprender, que como aseguran algunos autores (aunque otros lo
desmienten) el mexicano es distinto pues tiene una cultura distinta, una
historia distinta, un contexto característico, y una condición geográfica
distintiva, un sistema económico y político con sus propias particularidades, y
una forma de ver la vida y la muerte especiales.
Considero, que
aplicar sin esta reflexión anterior, métodos empleados en la Vienna del siglo XlX, en la Alemania de los años 20s,
etc, en mexicanos del siglo XXl, es algo que puede conducirnos a errores
diagnósticos, metodológicos, o a usar simplemente técnicas no muy acordes a
esta particular forma de ser, pues incluso a la publicidad, estadísticamente,
las personas de otros países, reaccionan diferente.
Es muy conocido
y común, que los videos musicales, son distintos los que van dirigidos a
Estados Unidos, que a Reino Unido, aunque sea la misma canción. Todo esto, por
la razón de que un pueblo reacciona distinto a otro a pesar de tener el mismo
estimulo.
Aplicando el
conocimiento adquirido através del tiempo, la reflexión de los autores clásicos
sobre el estudio de la “mexicanidad”, los mas recientes estudios cuantitativos
y nuevas investigaciones que ahonden en las verdaderas características
idiosincrásicas del mexicano, será posible enriquecer y hacer mas eficaz el
tratamiento no sólo de la depresión en adultos mexicanos, sino, en la amplia
gama de trastornos mentales que son vistos todos los días en los consultorios
de los psicólogos clínicos y psicoterapeutas a lo largo del país.
Los resultados
de la verdadera reflexión sobre estos puntos podría acercarnos a un verdadero
mejoramiento de la calidad de vida en miles de personas.
Desarrollo
La depresión es
un trastorno del estado del ánimo que se caracteriza por una sensación de
malestar subjetiva, un sentimiento característico de tristeza o melancolía,
descuido personal, perdida de interés en lo que antes apasionaba a quien la
padece.
A la depresión,
según Ernesto Lamoglia, se pueden deber una enorme variedad de enfermedades que
conducen en muchas ocasiones a la muerte y a la que se ha destinado poca
investigación a pesar de sus características de pandemia en la población
mundial.
Su origen es multifactorial e intervienen
diversos elementos del ambiente, el contexto cultural, la educación, el
desarrollo psicológico, psicosexual y psicosocial del sujeto, además de los
conocidos factores genéticos y biológicos mencionados por diversas fuentes.
“Algunas personas que están llevando a cabo investigaciones sobre
la depresión piensan que los factores ambientales pueden estar implicados en el
inicio del padecimiento. Ellos piensan que la combinación del estrés crónico al
que se esta sometido socialmente y los problemas económicos, pueden dar como
resultado el estado depresivo.”1
Sin embargo, la detección
y correcto diagnóstico de la depresión no es tan sencillo como parece por
diversos motivos entre los cuales encontramos lo tremendamente
1) MacLaren Liz. “Como entender y aliviar la
depresión” Ed. Tomo, 2004. (pag.73)
subjetivo que
puede ser el malestar o la baja en el estado de ánimo, que conlleva la
designación de depresión por parte de las personas a casi cualquier tipo de
tristeza común.
En pocas
palabras, a pasado la palabra técnica de depresión a un lenguaje vulgar de uso
cotidiano, aún sin tener en cuenta sus profundas razones, ni sus
características distintivas o propias para un diagnóstico diferencial.
Otra dificultad
podría ser la distinción entre la distimia y la depresión, la ciclotimia, la
bipolaridad en sus dos tipos conocidos, y las posibles combinaciones o co
morbilidad.
Por otro lado
los distintos enfoques a veces confunden un tanto el origen, o las
características esenciales de la depresión.
“La literatura abunda en intentos por distinguir las diferentes
variedades de depresiones; la depresión endógena de la reactiva; las
depresiones neuróticas de las psicóticas y las asociadas al embarazo. Es probable que
dinámicamente no haya diferencia entre las varias formas de depresión, excepto
en los grados de intensidad , en los grados de deterioro del yo, en los grados
de regresión que acompañan a la depresión y en las variaciones en la
observación de factores precipitantes”.2
Tomando una de
estas dificultades, la enmascaraciòn de la depresión es un tema constante en
las obras que se dedican a este tema. El cómo la depresión puede representarse
o mostrarse con signos o síntomas opuestos a lo que se espera constantemente en
un depresivo; como un exceso de actividad, una euforia aparente, adicciones,
comportamientos compulsivos, etc.
Lo anterior será
aquello en lo que nos limitaremos en esta breve ponencia, en cómo el mexicano
es conocido por su tendencia a enmascarar sus sentimientos, la transformación
que hace de estos, y de cómo el clínico puede fácilmente pasarlos por alto si
no tiene en cuenta la idiosincrasia del mexicano, y desconoce la cultura que se
ha ido forjando con el paso del tiempo en cada uno de nosotros.
2) Bellak. “Psicoterapia breve y de
emergencia” Ed. Pax. México DF. 1980.
Son diversos los
autores, algunos de ellos ya mencionados que trabajan sobre el origen de la
tristeza del mexicano, o de su euforia aparente, de su festividad fingida o
exagerada para tapar aquello que realmente siente.
Será útil dar
una revisión muy rápida sobre el origen de la depresión según algunos enfoques
teóricos.
“Todo empezaría en la etapa oral del desarrollo psíquico del niño
(mas o menos de los cero a los dos años). En esta etapa, las necesidades del
niño como el alimentarlo, cuidarlo, atenderlo, etc. Puede verse insuficiente o
excesivamente satisfechas (cumplidas) y causar el que la persona quede fijada
en esta fase. Esto produciría una fuerte tendencia a depender emocionalmente de
los demás”.3
Según la teoría de A. Beck: “El argumento central es que las
personas deprimidas se sienten así porque sus pensamientos, o sus maneras de
pensar (cognición) están predispuestas a hacer interpretaciones negativas de la
información sobre si mismas, sobre el mundo y sobre el futuro”.4
“… Las experiencias traumáticas durante la infancia y adolescencia,
como la perdida de los padres, el rechazo de los compañeros, las críticas de
los profesores, las actitudes depresivas de los padres, etc. Contribuyen a la
creación de esquemas negativos sobre la vida. Estos contienen exigencias poco
realistas y muy rígidas que hacen a una persona vulnerable a la depresión. Un
ejemplo sería: Si no soy completamente perfecto y exitoso, no soy nadie ni
valgo la pena.”5
Según la teoría de la indefensión aprendida “La idea central es
que los comportamientos o actitudes depresivas se adquieren através de
experiencias desagradables o traumáticas que la persona a tratado de controlar
y no ha podido. Cuando la persona se da cuenta de que haga lo que haga no puede
cambiar o reducir estas situaciones, surge la sensación de indefensión, las
reacciones depresivas y posteriormente la depresión”6
Según la teoría de la desesperanza, también de enfoque cognitivo:
“…propone que ciertas depresiones son causadas por un estado de desesperanza,
que básicamente es la expectativa o la creencia en la probabilidad de que las
cosas agradables o positivas no van a ocurrir, acompañada de la sensación de no
poseer recursos o respuestas para que la situación cambie.”
Agrandes rasgos, según las teorías interpersonales: “…los
deprimidos suelen tener una escasa red de relaciones, lo que implica un apoyo
social reducido. Este menor apoyo puede hacer que disminuyan las habilidades de
la persona en el manejo de de acontecimientos negativos o estresantes haciendo
a la persona mas vulnerable a la depresiòn.”7
Si como he
mencionado anteriormente, la cultura y civilización de un país determinado, si
los cambios sociales como guerras, y hasta los sistemas económicos y
filosóficos de un área geográfica determinada han ayudado a generar,
desarrollar o descartar parcial o totalmente teorías enteras, es de suponer que
la cultura mexicana y la psicología del mexicano, al ser realmente distintiva
en opinión de algunos importantes autores clásicos y contemporáneos, debe ser
analizada con mas minuciosidad, debe salir de simples discusiones intelectuales
y trascender al ámbito clínico y ser considerado a la hora de aplicar sin
reflexión teorías y sistemas, pertenecientes a otra cultura y tiempo. Esto no
significa que deben abandonarse estos sistemas, sino enriquecerse con estudios
minuciosos y serios sobre el mexicano, su cultura, filosofía, su forma de
pensar y afrontar la vida diaria y el contexto sociohistórico en el que
vivimos.
Ignorar esto
sería confiar ciegamente en lo que otros sistemas proponen, y asimilarlo de forma
fanática, sin consideración de tantos puntos importantes provenientes de
nuestro entorno. Es poner por ejemplo, a un psicoanalista, que guiado sólo por
la lectura de antiguos textos de psicoanálisis clásico, presume la represión
sexual de muchos de sus pacientes provenientes de un contexto absolutamente
diferente, en donde la represión no constituye siempre un problema ya, pero al
cual achacará los síntomas de sus pacientes.
3) Paz Enríquez, Susana. “El psicólogo en casa” Ed.
Diana. Madrid, 2004. (Págs. 154-155)
4) Ibídem
5) Ibídem
6) Ibídem
7) Ibídem
Lo anterior
resulta en un diagnostico aventurado, prejuicioso y posiblemente incorrecto,
que conducirá a un tratamiento erróneo, y que si llega a una resolución
satisfactoria, será posiblemente por el tan discutido afecto placebo de muchas
terapias que se tienen por exitosas.
Es de esperar
que la verdadera función de la terapia psicológica, del tratamiento
cuidadosamente diseñado, resulte en el bienestar del paciente, siendo éste el
adecuado según el enfoque que se trabaje, pero como repito, obteniendo una
resolución satisfactoria producto de un trabajo terapéutico adecuado y que
verdaderamente genere el cambio de conducta esperado y su consiguiente salud
mental.
Aportaciones de los autores clásicos sobre el
estudio del mexicano
Desde principios
del siglo XX es notable ya un estudio más sistemático y organizado sobre el
mexicano, su conducta, orígenes, tradiciones, pero principalmente sus
características distintivas.
Haré hincapié en
estos aspectos “distintivos” pues son un buen punto de partida hacia lo que
concierne a este breve estudio de reflexión.
Las aportaciones
son de una tremenda riqueza cultural, aunque en muchos casos carece de un
soporte científico, sin embargo no puede hacerse de lado que autores no
científicos como Octavio Paz, han sido reconocidos por psicólogos y científicos
modernos por la agudeza de sus reflexiones y propuestas.
Sin tomar en
cuenta algún aspecto conocido sobre la masculinidad del mexicano, será útil
citar un breve ejemplo de cómo una intervención terapéutica simple o un
proceder común, podría ser perjudicial en la clínica pues: “Para los hombres, la psicoterapia es la antitesis de la masculinidad y
para que acepten tomar terapia, deben violar varios dogmas del credo de la
hombría”
Richard Meth
Por lo mismo: “Evite el enfoque –sentimental- al principio
de la terapia”8
8) S.
Bernard. “Reflexiones para terapeutas” Ed. Panorama México DF, 2010
Algunos autores
serán tomados en cuenta en este apartado, recogiendo lo que ellos aportan que
se considera de mayor valor para el presente estudio. Sin embargo se debe
mencionar que algunos, como mencione anteriormente se contradecían en ciertos
puntos, pero esto no se mencionará si no es reelevante para el presente
estudio.
Es desde la antropología
social, la sociología, la psicología social, donde tal vez inicie el estudio
del mexicano, sin embargo es conocida la relación entre estas disciplinas y la
psicología, incluso, llegan a confundirse sus limites.
Es tal vez
notable cierto “negativismo” en algunos de los conocidos ensayos y obras sobre
este tema, pero eso nos acerca a no idealizar al mexicano y su cultura más allá
de límites racionales o que afecten la objetividad.
Son diversos los
rasgos patológicos a los que hacen alusión estos estudiosos, que atribuyen al
grueso de la población, y de los que dan posibles orígenes o explicaciones que
en algunos casos tienen profundas raíces en traumas históricos o incluso
étnicos.
Tan solo por
nombrar un ejemplo, es conocida la soledad del mexicano, y sus formas de
comunicación que en ocasiones distan de ser optimas por estar a la defensiva.
“Lo que hace vulnerable a una persona son ciertos déficit en
habilidades sociales. Así, se ha observado que los deprimidos poseen poca
habilidad en la resolución de problemas, mantienen conversaciones en forma muy
pobre, miran poco a los ojos, experimentan mucho estrés y su comportamiento
contribuye a crearlo”. 9
Es en estos
orígenes o causas, donde encontramos lo verdaderamente único o peculiar del carácter
mexicano, pues desde allí, consideramos que en verdad el mexicano es
“distinto”, de que en parte, la razón se encuentra en una historia muy
particular y diferente de la que tienen otros países, con un área geográfica
particular, y una distribución racial, étnica y cultural única.
9) Paz Enríquez, Susana. “El psicólogo en casa” Ed.
Diana. Madrid, 2004. (pag159)
A partir de todo
esto, se presume que el mexicano es distinto, como es distinto el ruso, como es
distinto alemán, el holandés o el estadounidense.
Si sistemas económicos
completos han tenido éxito en lugares determinados y en otros no, si creencias
y religiones enteras han crecido en ciertos países y en otros no, y si formas
políticas han tenido éxito en ciertos lugares y en otros no… es de esperar que
algunos enfoques psicoterapéuticos funcionarán con los mexicanos o algunos
grupos de mexicanos y otros no.
Como he
mencionado, son diversos los autores que mencionan la equivocación de aplicar
sistemas ajenos o extranjeros en una cultura diferente sin una cuidadosa
reflexión.
Y es común,
encontrar discusiones largas y acaloradas sobre una teoría inglesa contra una
intercontinental, o un autor de psicoanálisis ortodoxo y un neofreudiano, pero
rara vez, existe la sola mención del problema que implica la aplicación de
estos contenidos en una cultura mexicana, cambiante, distintiva, y en la que
diversas teorías extranjeras han fracasado.
El sólo tema
social, la sola reflexión sobre la mexicanidad son temas a los que se considera
de por si estériles y sin importancia práctica.
Volviendo al
tema, el primer estudio importante para empezar a discernir y distinguir el
carácter o personalidad del mexicano es con los ensayos de Ezequiel Chávez a
quien reseñaré brevemente pues su estudio, aunque de profundo interés
histórico, no aporta lo necesario para este estudio.
Cabe mencionar
que los autores mencionados en este espacio serán retomados de la compilación
del antropólogo Roger Bartra, en su conocida obra “Anatomía del Mexicano” y
serán citados en orden de aparición.
Julio Guerrero
en “Pasiones mexicanas” ya habla de “accesos de melancolia en el mexicano y la
forma de neutralizar estos con el consumo de alcohol, ademàs del famoso desdén
por la vida.
Antonio Caso
habla de un exceso de imitación, de cómo en México los problemas se acumulan,
de cómo no existe en nuestro país el trato uniforme y por ende no existe la
democracia. Considera que México no ha sido un país inventor y que sus formas
políticas y sociales proceden mas bien de Europa y EU, y añadiría yo, que
también mucha, o casi la totalidad de la psicología que se practica cuando no
ha sido desentrañada la forma de convivencia, ni el ideal de nuestra actividad…
en pocas palabras habla de cómo ha habido una imitación irreflexiva.
José Vasconcelos
pone de manifiesto la unión de cultural en América latina, y la misión que por
eso tenemos en Latinoamérica, la cual no se ha cumplido, pues solo hemos
imitado lo extranjero sin hacer una verdadera evaluación del carácter mexicano.
Y lo que se ha hecho, no es estudiado por la mayoría de los psicólogos.
Brenner dice que
México es un país predominantemente artista y por ende, los mexicanos son las
criaturas más felices e infelices de todas.
Samuel Ramos
cita al complejo de inferioridad, y a un inconsciente colectivo lleno de
triunfos, fracasos, desgracias y alegrías, pero que entre todo nos conduce a
una autodenigración que tiene por efecto una desconfianza, menos solidaridad y
más individualismo. Por tanto es necesario el uso de una compensación de ideas
depresivas.
El conjunto de
rasgos serian entonces la desconfianza, agresividad, resentimiento, timidez,
altanería y disimulo, lo que para Ramos seria el perfil de una actitud
antisocial.
Según
Garizurieta, el mexicano utiliza un lenguaje artificioso para no negar ni
afirmar, sino que busca no quedar comprometido con nadie.
Rodolfo Usigli
habla en las “Máscaras de la hipocresía” de que somos actores, y que el artista
solo retrata la máscara del mexicano, pero que en realidad, la verdad es mucho
más gris.
En “Ontología
del mexicano” de Emilio Uranga, el mexicano es un sentimental en el que se
entremezclan la emotividad, la inactividad y la disposición a rumiar los
acontecimientos de la vida, lo que le conduce a la melancolía.
En el “laberinto
de la soledad” de Octavio Paz, dice que el mexicano concibe la vida como una
oportunidad de humillar, castigar y ofender, o a la inversa. Y que nuestro
carácter es producto de las circunstancias sociales.
Es conocido el
trabajo de Santiago Ramírez, de la reivindicación del mexicano, de su forma de
renegar de su origen, del conflicto con nuestra historia, y de la angustia como
el gran motor del ser humano, en especial del mexicano.
Aunque es de
mencionar que Rogelio Díaz en sus estudios mas científicos niega el complejo de
inferioridad, niega la inseguridad entre otras cosas.
Conclusión y propuesta
La reflexión que
nos arroja este breve y modesto estudio es que son muchos los avances, muchas
las modificaciones, y tremendo el desarrollo en el área de las psicoterapias,
tanto, que el día de hoy, son ya miles los tipos de psicoterapia que se
practican alrededor del mundo. Son muchos de estos cambios, de esta evolución,
debidos a eventos sociales, a cambios estructurales en la civilización, a
idiosincrasia, a detalles de comportamiento en la sociedad.
No he hecho
justicia a la extensión de lo que es el trastorno depresivo, pues en este breve
estudio de reflexión, me guío sobre algunos preceptos que la simplifican, para
dar importancia a el aspecto social y cultural que de momento considero más
importante.
“Fenichtel pensaba que toda depresión es hasta cierto punto
reactiva, aunque la causa provocadora no sea aparente siempre”.10
Mucho de lo que
la sociedad es, queda de lado en el estudio que realizan muchos psicólogos en
el ámbito clínico, pues muchas veces se considera algo accesorio, o algo que no
influye realmente.
10) Bellak. “Psicoterapia breve y de emergencia” Ed.
Pax. Mexico DF. 1980.
Pero como he
manifestado en este documento, existen enfoques terapéuticos que han surgido, y
se han desarrollado producto de la sociedad en la que se han aplicado y han
nacido, y estos mismos enfoques han sufrido cambios a lo largo del tiempo
debido a los cambios sociales, económicos y políticos que imperan en una
sociedad determinada.
Si esto ha
ocurrido tantas veces, es de llamar la atención, la poca atención que se presta
al tema de la cultura mexicana entre los estudiosos de la mente humana, pues
los autores citados cambian poco con el tiempo, pocos nuevos nombres se añaden
a la lista, y son muchos los clínicos que los desconocen.
Si aplicamos el
estudio y realizamos más investigación sobre la mexicanidad actual, y su origen
y desarrollo, veremos los conflictos de nuestros pacientes de formas más
abarcativas y completas, formaremos un punto de vista mas basto, y eso impulsa
a no ver el problema como algo de actitud simplemente.
La verdadera
reflexión sobre la idiosincrasia del mexicano conduce a pensar en la
aplicación, pero esencialmente en la adaptación de enfoques clásicos y contemporáneos,
a esta sociedad del siglo XlX, a este país particular.
Un tiempo, a
causa de razones económicas y de políticas de salud publica, surgió la
psicoterapia breve intensiva y de urgencia del Dr Bellak que ha resultado muy
efectiva para miles de personas en ese contexto e incluso en otros fuera del
país donde se inicio.
Si en México,
tomando en cuenta los diversos factores sociales, el cómo somos y el para qué
somos cómo somos, conducirá a adaptaciones prácticas y teóricas que ayudarán a
muchos pacientes a encontrar su camino al bienestar y adaptación, pero
esencialmente a ser felices consigo mismos, con los diversos significados que
esto tiene.
Bibliografía
citada
MacLaren Liz. “Como entender y aliviar la depresión”
Ed. Tomo, 2004
Paz Enríquez, Susana. “El psicólogo en casa” Ed.
Diana. Madrid, 2004.
S. Bernard. “Reflexiones para terapeutas” Ed.
Panorama México DF, 2010.
Bellak. “Psicoterapia breve y de emergencia” Ed.
Pax. Mexico DF. 1980.
Bibliografía
consultada
Aramoni, A. “Psicoanálisis de la dinámica de un
pueblo” Ed. Demac. México DF 2008
Ramírez, S “El mexicano, psicología de sus
motivaciones” Ed. Grijalbo. México DF, 2007
Bartra, R “Anatomía del mexicano” Ed. De Bolsillo. México
DF, 2007
Díaz, R “Psicología del mexicano” Ed. Trillas.
México DF, 2007
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